Hace poco tuve una discusión con mi familia. Yo había investigado sobre el Che y sus ideas, porque debía escribir sobre él. Al momento de explicarlas, salieron muchas dudas, quejas y reconocimientos sobre el pensamiento revolucionario cubano.
Claro, yo estaba en desventaja. Mi familia vivió todo ese proceso revolucionario, yo sólo lo leí. Pero eso es algo fascinante de la lectura y escritura: te permite vivir vidas que no te tocaron vivir.
Pensé que esa frase era una bien dominguera. Pero por un día fui revolucionario sin tener que pagar las consecuencias jajaja y eso es algo que nunca hubiera podido vivir sino fuera por la lectura. Y también fue gracias a la hermosa familia que siempre me escucha y debate conmigo bien chido.
Supongo que esa es la moraleja: leer te hace vivir.
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